historias al rededor del cementerio central: hermanitas Bodmer.
- cementeriospatrimo
- 18 oct 2015
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Al final del corredor central del cementerio, a mano derecha en toda la esquina, y también bajo los dos pinos que orientan a sus visitantes, se encuentra el mausoleo de las cuatro hermanitas Bodmer. La historia de estas tres niñas es la más difícil de encontrar. No hay más que rumores de cómo murieron: nada en los archivos, nada en las academias y bibliotecas.
Su mausoleo es una pequeña montaña de cemento pintado de blanco que cubre los cajones de mármol del mismo color donde reposan sus cuerpitos. En su cima, se erige la estatua dorada de dos de ellas: Elvira y Victoria, casi en tamaño natural. Es por esto que quedan más altas de quienes les rezan. La estatua del lado derecho está arrodillada y mira hacia arriba a la cara de su hermana que está de pie. Esta última levanta su mano izquierda y señala con su dedo índice al cielo. Las dos tienen el cabello suelto y ondulado, y tienen un vestido a la rodilla muy parecido. “Fueron las delicias del hogar”, dice en su mausoleo.
Muchas personas se arriman al pie de la reja que las protege. Allí les hacen su petición, y les dejan “colombinas y bombones”; muchas mujeres y hombres, piden a las hermanas protección y salud para sus hijos.
El Cementerio Central es de dos manzanas de grande, y en toda esta extensión, son muy pocas las tumbas o mausoleos que tienen estatuas. Es muy probable que estas hermanitas hayan sobresalido por esto y por el curioso dato de que murieron el mismo año -1903-, con un día de diferencia. Muchos dicen que son gemelas, sin advertir que una es mayor por un año, según sus obituarios.
nacen dos rumores de cómo murieron las hermanas. El más recurrente entre sus adoradores es que murieron quemadas. Su mamá las dejaba encerradas en una pieza, y allí las alcanzó un incendio. La otra razón, menos difundida, es que fallecieron de una enfermedad en la sangre y que una madre cuyo hijo tenía este mismo mal, les pidió por su recuperación, y ellas le cumplieron. El niño misteriosamente se curó. Puede ser por esta historia que madres y padres les piden por la salud de sus hijos.
Por no saber cómo murieron, o más aún, por suponer que murieron quemadas, por pensar erradamente que son gemelas, porque fallecieron con un día de diferencia, porque son niñas y tienen una estatua, los devotos populares piden favores y milagros a las infantes.
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